La norma NOM-090-SCFI-2014 actúa como guardiana en este aspecto, asegurando que tanto encendedores desechables como recargables cumplan con estrictas especificaciones de seguridad. Esta normativa garantiza que los riesgos asociados con el uso de encendedores, como incendios accidentales o lesiones, se minimicen al establecer pautas claras y estrictas para su diseño, fabricación y comercialización.

Al optar por un encendedor que cumple con esta norma, los usuarios pueden estar seguros de que tienen en sus manos una herramienta que no solo proporciona una llama confiable, sino que también ha sido probada y certificada para protegerlos. Desde su estructura resistente hasta mecanismos de seguridad integrados, estos encendedores son símbolos de precaución y cuidado.

Porque, al final del día, un encendedor no es solo una herramienta, es una promesa de seguridad. Y con la certificación adecuada, esa promesa se mantiene, garantizando que cada chispa producida esté respaldada por normas que ponen en primer lugar la seguridad de los usuarios.